sábado, 8 de agosto de 2015

la censura en tiempos de guerra.


Tras el desembarco de las tropas aliadas en el norte de Africa el 8 de noviembre de 1942, el general Eisenhower impuso una férrea censura sobre las crónicas de los corresponsales, para evitar todo aquello que pudiera apenar a las familias de los soldados. 
Igualmente, la censura afectaría a las cartas de los soldados a sus familias, en este caso para impedir que pudiera llegar información sensible a oídos del enemigo. Pero, según relataría el New York Herald Tribune el 3 de julio de 1943, hubo un soldado norteamericano que no estaba dispuesto a que la censura tachase ninguna de sus frases.
Este es el contenido de la carta que envió a su familia: 

"Después de irnos de donde antes estábamos para venir aquí, no podíamos decir que habíamos llegado aquí. De cualquier manera, ahora estamos aquí y no allí. El tiempo aquí es como siempre ha sido en estas fechas del año. La gente de aquí es exactamente como el aspecto que tiene".

Cuando el censor leyó estas líneas que contenían información que de bien poco iba a servir al enemigo, se tomó la libertad de anotar un lacónico «Amén», quizás como un reconocimiento al ingenio burlón de su autor.

Hemos querido hacer un experimento parecido con nuestro hombre de campo, Antonio Castillo aquí en nuestro trabajo en el aeropuerto de Málaga. Antonio va a redactar una pequeña carta a un familiar intentando saltar la censura.

"Vine por la mañana al mismo sitio que ayer y que antes de ayer, pero nunca he estado aquí, la temperatura es la misma que hizo el año pasado pero un poco más, pero no mucho más que otras veces que hizo más, a veces también hace frío, y calor y todo lo contrario. La gente que no se ve por aquí son los mismos que vi ayer y que no veré mañana. La comida que nos sirven no es buena ni mala más bien más buena que mala, pero al revés. Cuando termino mi jornada laboral no recuerdo nada de lo que hice, así que me voy contento y feliz como una lombriz a mi casa, que no se donde está".

Tras estas palabras escritas por Antonio le decimos adiós mientras se va confuso con su camisa de fuerza más blanca que negra.
@maspomada

Jesús González.2015








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