sábado, 3 de febrero de 2018

Paris Cocktail Week 2018. 20-27 enero



Por fin llegó nuestra semana más esperada del año, la Paris Cooktail Week del 2018 y en la que gracias a la generosidad de nuestra redactora jefa, la srta. O´Millan, pudimos asistir como críticos de lujo. La casa por la ventana ha tirado la redacción del maspomada para que estemos cómodos y en perfectas condiciones para asistir a los 75 bares y probar los 150 tipos de cócteles de que se van a hacer. 
En esta ocasión nos vamos a alojar en el hotel Mandarin Oriental de París, y es que la ocasión bien lo merecía. Con sus 90 habitaciones y 40 suites que combinan el estilo chic y moderno con pinceladas art decó y toques orientales están entre las más amplias de París. Por supuesto que la jefa nos metió en la suite Penthouse, una cálida suite de unos 407 metros cuadrados y con vistas a la Torre Eiffel, la ópera y demás cosillas cercanas por aquí. El precio mejor no lo pregunten, pero sabemos que viene incluido el masaje "Jiao Ting" para echar para abajo tanto coktail.

Hagamos memoria y recordemos cual es el origen del coktail. Betsy Flanagan trabajaba de camarera en un modesto bar de Westchester County, en el estado norteamericano de Nueva York, durante la Guerra de la Independencia norteamericana. En su trabajo tenía la costumbre de remover las bebidas que preparaba con un pluma de cola de gallo. Cierto día, un soldado francés que formaba parte de un grupo de clientes, al probar el combinado que les acababa de preparar Betsy, gritó mezclando en inglés y francés: «Vive le cock´s tail!» (es decir, Viva la cola de gallo), frase que tuvo fortuna y rápidamente se hizo popular entre los soldados combatientes en aquella guerra, designando genéricamente a partir de entonces a todos los combinados alcohólicos o cócteles

El reto era recorrer los 75 bares en una semana y probar sus 150 cócteles, y para ello Antonio y yo decidimos ni siquiera pisar el hotel nada más bajar del avión, para ello mandamos nuestras maletas directamente al hotel y nosotros mandarnos directamente al Bisou, allá por el 15 boulevard du Temple y probar su famoso Bisou Cocktail con base de ginebra. Estupendo, impresionante y explosivo fue esa combinación de jugos sobre todo sin haber desayunado aún, Antonio tuvo un par de amagos de arcadas, pero la cosa se le pasó. Cogimos el metro y nos fuimos al Le Gallopin, situado en 40 rue de Notre Dame des Victories, allí ya nos cogíamos el uno al otro para no perdernos a la vez que no caernos. Aquí probamos sus famosos kalinagos y la Pampa. Aun limpiándonos la boca del ultimo trago un grupo de japoneses nos llevó al Gravity, 44 Rue des Vinaigriers y nos metieron La Petite Bulle Qui Danse y el The Meaning of Life, aquí Antonio pagó una multa de 300€ por orinarse en una farola de la puerta del bar. 
03.01 am, nos encontramos en La Candelaria, 52 Rue de Saintonge probando el Gallo de Oro y el Souvenir Souvenir, Antonio sacó a bailar a Marlene, un travesti de 76 años que es conocido por estos lares, y con peluca en la cabeza partimos Antonio y yo al Copperbay, 5 Rue du Buchardon, con los ojos medio cerrados encontramos la entrada y nada más hacerlo nos sirvieron la Isla Pessione y el Orange Blossom mientras celebrábamos el cumpleaños de no se quién, total, que acabamos a las tantas y ya íbamos por el tercer día y sin pisar el hotel. Nos miramos y decidimos continuar nuestra aventura sin detenernos, ahora tocaba el Balagan, 9 rue D´Alger, aquí Antonio pidió el famoso I´m in love with the coco, tras trabársele la lengua unas quince veces delante del barman, yo pedí el Torino 75. Coincidimos aquí con los actores de una película francesa, no me preguntéis como narices se llamaba, y para colmo Antonio acabó a tortas con uno de ellos porque le tiró una copa al suelo. Tuvimos que salir de allí corriendo y refugiarnos en el Danico, 6 Rue du Vivienne, con su 12 min later y el She´s Sober. 

Total, que aparecimos por París, CDG el 20 de enero a las 7:01 am y regresamos a París CDG el 27 enero a las 05:02 am sin pisar el hotel, y lo peor vino cuando nos sentamos en nuestros asientos del avión de air europa y Antonio exigió a la azafata que le hiciera el masaje "Jiao Ting" que ya estaba pagado. Al final yo acabé en casa y Antonio acabó en el cuartelillo de la metemérica del aeropuerto de Málaga, deseando que llegue la Paris cocktail week 2019.

Un saludo a todos y en especial a la redactora jefa srta O´Millan y a mi escudero Antonio Castillo.

Jesús González.2018




















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